Decía Edgar Degas que el diseño no es lo que ves, sino lo que debes hacer que otras personas vean. Bajo este propósito se desarrolla el diseño estratégico, en establecer diálogos directos con las audiencias creando códigos reconocibles y coherentes.
El diseño estratégico no es un concepto nuevo y mucho menos una tendencia de moda, va mucho más allá del ámbito del diseño gráfico, ya que es parte importante en la creación de estrategias sin limitarse a construir una mera estética. Ejerce una premisa clave para así ser percibido como interés en los objetivos de los proyectos de creación de marcas.
«Crea tu propio estilo visual, déjalo ser único para ti e identificable para otros.»
Orson Welles.
Podemos encontrar gran variedad de proyectos con grandes reconocimientos, pero no dejan de ser bellezas con premio a las que admirar. La pregunta es, ¿cuántos de estos proyectos son eficientes en su propósito?, ¿cuántos de ellos cumplen con su objetivo? La mayoría no lo hacen, en un terreno real no venden y la razón es sencilla: las personas no compran lo que no entienden.
Actualmente vivimos en una sociedad muy rápida y altamente saturada en la que educar visualmente es una tarea muy complicada y el camino a seguir es la reconquista de un público altamente influenciado por las tendencias estéticas, en su mayoría efímeras. En general las marcas no proyectan la esencia de su identidad y producen un ruido que provoca desconfianza. Ser consciente de esta situación hace que se planteen proyectos de reconstrucción de marca para reconectar con las audiencias perdidas o simplemente llegar a otras a las que se era incapaz de alcanzar.
Diseñar es poner cada cosa en su lugar.
En un proyecto de reconstrucción de marca hay muchos ámbitos a explorar y parte importante es realizar un buen análisis visual para identificar errores y ver dónde está fallando el tono de la marca. El orden es importante, no todos los elementos que componen el universo de las marcas deben llamar la atención en el mismo grado, debemos establecer prioridades y dar importancia a cada premisa de manera coherente.
Identifica errores, piensa, reestructura la identidad de la marca en base a sus valores y ten muy clara su misión y visión modificadas para rescatar la audiencia y así lograr ese reposicionamiento.
«El diseño estratégico debe necesariamente comenzar a partir de un concepto que enuncie con precisión las propiedades materiales e inmateriales del producto, su grado de innovación y, sobre todo, el sentido que pretende transmitir a la gente.»
Conocer toda la información es imprescindible, ¿de qué va tu marca? ¿qué elementos la componen? Ordena todo esto y ponlo en su lugar correspondiente como si vaciaras una caja llena de clavos de distintos diámetros y longitudes. Igual de importante es verificar el recorrido visual en su proceso, si no tiene sentido, ¿de qué sirve?
Las audiencias piensan, se emocionan, tienen sentimientos y las marcas deben provocar percepciones que los estimulen de manera coherente y tangible para provocarles experiencias que las coloquen en su memoria y generen vínculos.
El futuro del diseño. The time is now.
Para concluir os dejo con este video donde grandes figuras del diseño exponen sus pensamientos de hacia dónde se dirige el futuro del diseño.
Personalmente me quedo con la opinión de Amir Kassaei, Director Creativo de DDB Worldwide-Londres, que expone que el cambio se genera en la sociedad y la tecnología, pero mientras que la creatividad se base en solventar problemas, nunca cambiará. El propósito del marketing y la publicidad no cambiarán mientras sigamos el ritmo de un sistema capitalista que lo necesita.
Pensamiento que comparto, pues los diseñadores somos técnicos que solucionamos problemas, problemas visuales, mediante formas y colores, tipografías, estructuras… y somos parte de una sociedad que nos necesita para activar las maravillosas percepciones que las marcas generan.
Fuentes:
Titular: Cita de Ellen Lupton.
Bibliografía: Diseño estratégico. Guía metodológica.
Mari Ángeles Parrilla. Senior Art Director
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