A la hora de crear una estrategia de comunicación para una marca, el principal objetivo debe ser conectar con su audiencia. En el universo del marketing y del branding se utiliza a menudo el término insight, que se puede definir como la última razón de compra del consumidor o, dicho de otra manera, eso que hace que se incline la balanza para que finalmente se lleve el producto a casa.
Para alcanzar la compra es necesario, en primer lugar, que el público te conozca. Una vez tienes presencia en la mente de los consumidores, el siguiente paso consistirá en hacer méritos para ser la marca elegida. En un mercado tan competitivo, con opciones ilimitadas para todos los gustos y colores, la diferenciación respecto al resto de marcas es fundamental si quieres destacar sobre la competencia y obtener esa visibilidad que impida que tu marca pase desapercibida.
La creación de un buen insight implica entendimiento, percepción de la realidad y, sobre todo, conocimiento.
Si nos situamos en el rol de consumidor, nos daremos cuenta de que nos decidimos a comprar cualquier producto o contratar un servicio cuando surge ese sentimiento de ‘falta de algo’. Es en este momento cuando los insights adquieren un papel fundamental, creando conexiones que pretenden cubrir necesidades fundamentales y muy apreciadas por los consumidores como la seguridad, el confort o la tranquilidad.
Todas la marcas deberían buscar sin descanso ese insight que las haga conectar directamente con su audiencia.
Cuando una marca conecta con su audiencia se crean unos vínculos que desembocan en un sentimiento de necesidad. Si una marca no conoce a esas personas que compran sus productos, no logrará entender el rol de las marcas en la vida de sus audiencias, clientes, consumidores o compradores.
Por otro lado, cuando una marca consigue sacar a flote un buen insight, probablemente ha encontrado la raíz del problema. En ese momento se le brinda la oportunidad de conectar con su público, a través de valiosos datos obtenidos en un profundo análisis de la marca y de su audiencia.
Una buena marca es aquella que sale a la calle a conocer a su audiencia.
Hoy en día, las marcas lo tienen mucho más fácil a la hora de obtener un feedback por parte de sus audiencias. El entorno digital y en especial las redes sociales, son una fuente fundamental a la hora de medir lo que su público tiene que decirle a una marca. La clave está en escuchar y tomar nota, interactuar con esos usuarios que tienen algo que decirte y exprimir al máximo los beneficios de conocer lo que una comunidad piensa sobre ti.
En definitiva, las marcas deben dejar de mirar su ombligo para empezar a escuchar, investigar y analizar todo lo que le rodea. No consiste en saber que sus audiencias están ahí, también deben conseguir que el sentimiento sea recíproco. Explorar, crear y sentir para poder transmitir. Dejar a un lado los discursos y dar pie a comenzar una conversación.
Al fin y al cabo, sin audiencia no hay marca.
Belén Buendía. Copy creativa.
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