El naming de una marca: su carta de presentación.
Branding / Creatividad / Publicidad
Suele ser una de las primeras cosas que nos preguntan cuando conocemos a alguien o acudimos a un lugar por primera vez: “¿cómo te llamas?”. Nuestro nombre es lo primero que el resto de personas con las que nos relacionamos recuerdan de nosotros. Probablemente, todos tenemos en mente un nombre que no nos gusta en absoluto porque en algún momento no hemos tenido una buena experiencia con alguien que se llamaba así. Es más, el problema viene cuando te presentan a alguien con el mismo nombre e inmediatamente te recuerda a la otra persona. Es una cuestión de asociación, como la mayoría de sentimientos que experimentamos en el día a día.
Si trasladamos esta introducción al mundo del branding, automáticamente entra en acción la palabra “naming”. Y es que el naming – nombre en castellano- es precisamente lo que dota de significado a una marca y consigue presencia en la mente de los consumidores.
El nombre de una marca es el primer paso para comunicar quiénes somos y hacia dónde vamos.
Un buen naming es el principio para construir una marca atractiva y reconocible. En el proceso de dotar a la marca de identidad verbal, la creación de un buen nombre es el primer paso para posicionar la marca frente a la competencia. El transmitir un significado concreto de forma directa y sencilla con una sola palabra no es tarea fácil. Es necesaria una optimización de los recursos y una coherencia a nivel verbal y visual que permita comunicar a nuestras audiencias los valores que representan a nuestra marca.
A diferencia de una campaña de publicidad, la marca perdura y evoluciona en el tiempo. Por ello, con el paso de los años un buen naming va cogiendo fuerza y posicionamiento, asentándose en la mente de los consumidores.
Por norma general, un buen naming no es casualidad. Requiere un duro trabajo de investigación, declinaciones y asociaciones. Estos son algunos de los principios que de deben tener en cuenta a la hora de buscar un buen nombre para tu marca:
- Un nombre debe ser legible y fácil de pronunciar. Esto ayudará a tu target a familiarizarse con él y a recordarlo sin dificultad.
- Debe ser flexible y duradero en el tiempo. Es importante no dejarse llevar por las modas pasajeras, una buena marca perdura a lo largo de los años.
- Un buen naming es coherente con tu marca. Es importante que los valores y los principios de la marca queden reflejados en su nombre.
- Se deben evitar asociaciones negativas. La investigación tiene un papel principal en este punto. Dependiendo del alcance y presencia que le quieras otorgar a tu marca (nacional, internacional, etc.) se deberán tener en cuenta posibles asociaciones en otros idiomas o países.
- Debe ser registrable. Existen miles de marcas en España y muchas más en todo el mundo. Es importante comprobar si el naming que has escogido está disponible y se puede registrar.
En definitiva, nunca un nombre fue tan importante. Si quieres conseguir una marca duradera y consistente, el naming que elijas debe estar fundamentado. Al fin y al cabo, si quieres que se note tu presencia en un sitio, primero deben dejarte entrar.
Belén Buendía. Copy creativa.
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