En Bang! Branding le damos mucha importancia a la creatividad y a la generación de ideas. Aunque entendemos que es un proceso apoyado previamente de un análisis y una estrategia de marca, en este post nos centraremos en analizar el complejo procedimiento de cómo llegar a esas ideas a través del pensamiento lateral y a explicar cómo funciona ese proceso de pensamiento.
Nuestro objetivo es responder a dos preguntas: ¿qué es el pensamiento lateral? y la que más nos puede interesar, ¿todos podemos llegar a ser creativos?
Empecemos buscando la esencia de qué es dentro de su definición. El pensamiento lateral (lateral thinking) busca resolver problemas dándole un enfoque creativo, es decir de una manera imaginativa. Desde bien pequeños estamos acostumbrados a un razonamiento lógico (las sillas son para sentarse, punto), lo que anula o hace difícil llegar a otro tipo de pensamiento. Con este tipo de razonamiento lo normal es seguir un patrón al pensar y nos puede llegar a limitar mucho las posibles soluciones. Con el pensamiento lateral rompemos este patrón, las sillas pueden ser para sentarse, pero también pueden ser un toallero, una estantería, unas escaleras… A grandes rasgos, la técnica del pensamiento lateral se basa en provocaciones para redirigir el camino habitual del pensamiento.
La teoría siempre se entiende mejor con la práctica. Por eso aquí va un pequeño ejercicio: ¿cuántos cuadrados ves en la imagen? Dedícale sólo unos minutos.
La solución correcta son los mismos días que tiene el mes de Abril, treinta y lo habitual es quedarse en torno a 24 o 25. Esta prueba ha sido hecha en clases con 10-20 personas, y práctica
mente cada uno da un resultado diferente. Si no hemos acertado, ¿significa que no somos creativos? La respuesta es un no rotundo. Solamente significa que estamos acostumbrados a un razonamiento lógico, a ver solo en la superficie (las sillas son para sentarse) y que estamos acostumbrados a quedarnos con las primeras soluciones. Existen personas que tienen entrenado el pensamiento lateral y ven treinta cuadrados o más de treinta, llegando a ver cuadrados en la intersección de los cuadrados, o separando los cuadrados de contorno negro de los que no tienen contorno.
Sabiendo ya lo que es el pensamiento lateral, nos queda saber si está al alcance de todos o son solo unos pocos los que pueden llegar a ser personas creativas. Siempre habrá una parte de la población que por su forma de ser, por su entorno, por su educación, etc. van a tener una mayor predisposición al pensamiento creativo. Al margen de eso llegar a ideas creativas está al alcance de todos. Si queremos ser creativos tenemos que tener presente que las ideas no nos van a llegar en cinco minutos. Existe una teoría que divide el proceso del pensamiento en tres fases.
1. Una primera fase la de “Alta frecuencia” en la que surgen las primeras ideas y que normalmente habría que desechar.
2. La siguiente fase sería “Banco de niebla”, cuando llega el vacío y pensamos que ya no vamos a poder generar más ideas.
3. Paciencia, tras el “Banco de niebla” llega la fase de “Baja frecuencia”, donde se originan las ideas más creativas y la ideas a las que llega menos gente. Es fundamental pasar el “Banco de Niebla” y asegurarnos de no quedarnos ahí anclados. Estas fases las podemos aplicar en un problema en nuestra empresa, o en nuestro día a día.
El pensamiento lateral iría de la mano de la cultura del esfuerzo. Hace falta sentarse y estar pensando durante un rato. Darle vueltas, hacer otras cosas, y con el tiempo llegaremos a esas soluciones creativas. Es un proceso en el tiempo, que requiere esfuerzo, pero que está al alcance de todos. Ya no valen las excusas del tipo “no se me ocurre nada, no soy creativo”, porque todos llevamos un pequeño creativo en el interior.
Fuentes imágenes:
- http://the-positive-blog.com/2013/02/20/delay-is-never-denial/
- http://es.pinterest.com/pin/274297433524909246/
Marta López. Copywriter